martes, 5 de junio de 2007

Principales influencias: Quevedo



Esta semana he pensado dedicarla a todo aquello que me ha influenciado, y hoy toca una de mis principales influencias poéticas: el incomprendido Quevedo.
Quizás muchos penseis que me estoy equivocando con eso de incomprendido, pero nada más lejos de la realidad, Quevedo es quizás el mejor poeta que ha dado la humanidad (y que conste, no es mi poeta favorito) , no un gran poeta como algunas personas se atreven a decir. Incomprendido también porque el sistema educativo español es pésimo porque lo único a lo que le dan importancia de Quevedo es a su poesía satírica, que vale que puede ser muy buena, pero Quevedo no por esa poesía debe ser recordado.
Quevedo es un poeta que en su tiempo tuvo un competidor tremendo, el gran Góngora también es fantástico, hecho que quizás haya hecho de estos poetas mitos, pues cuanto más se odiaban su poesía mejoraba, era una competición poética similar a la batalla de gallos del rap, pero en este caso la violencia verbal era tan sutil y tan brutal a la vez que dejaría las famosas batallas de gallos a la altura de una charla entre dos niños.
Pensareis que me he ido del tema, y así es, pero era por hablar un poco sobre lo infravalorado que está Quevedo. ahora explicaré porque me ha influido Quevedo.
Mi poesía es una poesía de existencia. Continuamente en mis versos intento reflejar la angustia de la vida, el llamado tedeum vitae. Por este motivo estoy tremendamente influenciado por Quevedo. Su llamada poesía metafísica es la poesía de la existencia por excelencia. Son poemas tan brutales pero a la vez, tan reales que dan miedo. Aqui encontramos lo de polvo eres y serás, las tumbas, el humo, el dolor..en fin, en su poesía encontramos versos en los que los relojes se paran bajo un manto negro. LLega la muerte. Su poesía son la explicación perfecta al ser o no ser, que años despues expondria Shakespeare.
Para que veais su influencia os pongo un texto que me ha dejado marcado. Espero que disfruteis con su lectura.

REPRESÉNTASE LA BREVEDAD DE LO QUE SE VIVE, Y CUÁN NADA PARECE LO QUE SE VIVIÓ

«¡Ah de la vida!»... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
Las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
La Salud y la Edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
Y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; Mañana no ha llegado;
Hoy se está yendo sin parar un punto:
Soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el Hoy y Mañana y Ayer, junto
Pañales y mortaja, y he quedado
Presentes sucesiones de difunto.

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